¿Cómo comer erizos de mar?

Tradicionalmente, los erizos de mar (garoines) se comían en la playa, recién cogidos. Se consumían entre grupos de amigos que iban a buscarlos directamente al mar, entre las rocas. Hoy su pesca está muy controlada, hasta el punto de que sólo los mariscadores profesionales pueden comercializarlas. Por suerte, los erizos pueden ser cultivados y disfrutar de este placer del mar todo el año, aunque es durante los meses de enero y abril que son más suculentos.

La elaboración de esta suculenta comida puede variar. Se puede cocinar y consumir de diferentes formas, aunque la forma tradicional suele ser directamente crudas acompañadas de un poco de pan, (hay personas que ponen un poco de limón, a nosotros no nos gusta porque mata el gusto exquisito de la mar).

Los erizos son también excelentes en revueltos, ensaladas, al horno o combinadas con varios platos de pescado.

Para comernos un erizo, una vez lo tengamos en el plato abiertos, debemos limpiarlos por dentro ya que puede tener restos de arena. La parte más roja o naranja es la que podemos consumir. No suele haber gran cantidad de comida, pero su sabor es muy característico y agradable.

Estas delicias que nos da el mar son consumidas desde la antigüedad, y desde entonces son muy valoradas por su sabor, su contenido en yodo y la aportación muy escasa de calorías. Los erizos de mar abundan en las costas europeas desde Irlanda hasta las Islas Canarias y el mar Mediterráneo, teniendo mayor protagonismo gastronómico en Girona, Galicia y Asturias.