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PULPO A LA GALLEGA

Tradición en cada mordisco.

El pulpo a la gallega es una receta clásica que captura la esencia de la cocina tradicional gallega. Con su pulpo tierno, generosamente condimentado con aceite de oliva virgen, pimentón y un toque de sal gruesa, este plato sencillo pero exquisito es un homenaje a los sabores auténticos del mar. Perfecto para compartir en una mesa llena de buenos amigos, cada mordisco es un viaje a los pueblos costeros de Galicia, donde la gastronomía y la cultura se encuentran.

  • 1 pulpo fresco (aproximadamente 1 kg)

  • 2-3 patatas medias

  • Sal gruesa al gusto

  • Pimienta dulce

  • Aceite de oliva virgen extra

INSTRUCCIONES
  1. Limpia el pulpo, retirando cualquier resto de visceras y asegurándote que esté bien lavado.

  2. En una olla grande, hierve agua con sal gruesa. Cuando el agua hierva, sumerge el pulpo tres veces, sosteniéndolo por la copa, para que los tentáculos se enrollen.

  3. Después de la tercera vez, sumerge completamente el pulpo y cocina a fuego medio durante aproximadamente 40-50 minutos o hasta que esté blando. Puedes pincharlo con un tenedor para comprobar la textura.

  4. Mientras se cuece el pulpo, pelar las patatas y cortarlas en rodajas de unos 0,5 cm de grosor. Cocina las patatas en agua con sal hasta que estén tiernas.

  5. Cuando el pulpo esté listo, escurrirlo y cortarlo en rodajas.

  6. En un plato grande, pon las rodajas de patata y coloca sobre ellas las rodajas de pulpo.

  7. Esparce sal gruesa, y pimienta dulce por encima del pulpo y rocíalo con aceite de oliva virgen extra.